Yucatán certifica a comunidades mayas como guardianas de áreas naturales protegidas

El gobernador Joaquín Díaz Mena y Alicia Bárcena Ibarra, titular de la Semarnat, entregaron certificados que reconocen a los ejidos Sacpukenhá, Chan Dzitnup y San Agustín como áreas naturales protegidas dentro de la Reserva Estatal Biocultural del Puuc. Este acto, realizado en Tekax, destaca la iniciativa de las comunidades mayas para salvaguardar sus tierras. “Estas áreas son una herencia para futuras generaciones y demuestran que la conservación es un esfuerzo colectivo, donde pueblos indígenas y ciudadanos son guardianes del medio ambiente”, afirmó Díaz Mena durante la ceremonia.

En presencia de Janine Quijano Tapia, secretaria de Desarrollo Sustentable, y Herve Vallejos Sansores, alcalde de Tekax, el mandatario resaltó que la protección liderada por las comunidades mayas es un modelo nacional. “Nuestras selvas y aguas son parte de la identidad maya. Su cuidado no solo preserva recursos, sino nuestra historia”, subrayó. Además, reconoció el compromiso de Bárcena Ibarra, quien ha impulsado agendas ambientales en Yucatán con enfoque social y cercanía ciudadana.

El Gobierno de Yucatán enfatizó que proyectos como estos vinculan la conservación con beneficios directos para las familias. La certificación no solo protege la biodiversidad de la Reserva del Puuc, sino que fortalece el desarrollo sostenible mediante prácticas ancestrales. “Asumimos la responsabilidad de restaurar y conservar, integrando a las comunidades como aliadas estratégicas”, agregó Díaz Mena, respaldado por autoridades federales como la Comisión Nacional Forestal y el INAH.

Con la participación de figuras como Marina Robles (Semarnat) y Mariana Boy Tamborell (Profepa), el evento refrenda la colaboración interinstitucional para posicionar a Yucatán como referente en conservación biocultural. Al reconocer a las comunidades mayas como pilares de esta labor, el estado reafirma que la protección ambiental es un legado vivo, construido desde la identidad y el compromiso comunitario. Un paso clave para equilibrar progreso y preservación en la península.