El modelo agrícola convencional agota los suelos de Yucatán, alerta experto
Salvador Castell González propone prácticas regenerativas y políticas públicas para restaurar la fertilidad del terreno.

#Yucatán
26 de julio de 2025
En su análisis sobre el estado del suelo kárstico de la Península de Yucatán, el presidente de la asociación Va por la Tierra, Salvador Castell González, advirtió que el uso intensivo de agroquímicos en un modelo agrícola tradicional está “matando biológicamente” la capa superficial, reduciendo la productividad a largo plazo. Según Castell, gran parte de la región se asienta sobre leptosoles, suelos muy delgados con baja capacidad natural de cultivo.
No obstante, existen áreas en el cono sur de Yucatán con luvisoles y vertisoles, donde la tierra es más profunda y fértil. El verdadero problema, enfatiza Castell, no es solo la geología, sino el “modelo de manejo que se ha impuesto”, basado en fertilizantes sintéticos y pesticidas que contaminan el acuífero, destruyen la microbiología del suelo y elevan su salinidad.
Para revertir este proceso de degradación de suelos, el especialista plantea una estrategia integral que abarque desde la parcela hasta la política pública:
Incentivos verdes: subsidios y créditos blandos para producción orgánica.
Regulación de agroquímicos: actualizar la legislación y reducir el uso de sustancias nocivas.
Compostaje municipal: instalar plantas de composta en rellenos sanitarios para generar materia orgánica.
Prácticas regenerativas: uso de abonos verdes, bocashi, biocarbón e inoculación con micorrizas y bacterias benéficas.
Labranza mínima: proteger la estructura del suelo y conservar carbono.
Rediseño agroecológico: sistemas agroforestales y policultivos inspirados en la milpa.
Cadenas de valor solidarias: centros de acopio, sellos de garantía y mercados locales que conecten a productores y consumidores.
Castell concluye que “la baja productividad no es una sentencia geológica, sino el resultado de un enfoque equivocado. La solución está en revivir biológicamente el suelo mediante la agricultura regenerativa, respaldada por políticas valientes y un mercado justo que valore la salud del ecosistema”.





