Yucatán enfrenta crecimiento inmobiliario sin planificación
La costa de Yucatán enfrenta una creciente amenaza por desarrollos inmobiliarios que se aproximan a los manglares, poniendo en riesgo el manto freático, la fauna y la biodiversidad local, advirtió José Inés Loría, fundador del Ejido San Crisanto, A.C.

#Yucatán
23 de abril de 2025
Las construcciones se levantan a menos de dos metros de profundidad sobre un manto freático extremadamente bajo, lo que expone al agua subterránea a contaminantes y agroquímicos usados para el control de plagas.El vertido de residuos sólidos y plaguicidas llega directamente al manglar, ecosistema vital para especies marinas y aves costeras, provocando daños que pueden ser irreversibles.
“Infestados” de lotes y promesas incumplidas
Numerosos “fraccionamientos” se promocionan como terrenos privilegiados cerca de la playa, sin informar a los compradores del impacto ambiental ni del manejo inadecuado de residuos y aguas negras.Esta “fiebre inmobiliaria” ha derivado en bloqueos de accesos públicos y privatización de tramos costeros, reflejando una expansión sin permisos ni controles ambientales.
Edificios altos y aves endémicas
En municipios como Telchac Puerto y Dzilam de Bravo se contabilizan más de 500 nuevas construcciones, de las cuales alrededor del 20 % superan los diez pisos de altura.Estos rascacielos interrumpen las rutas de vuelo de aves marinas y migratorias, provocando dispersión, colisiones y pérdida de poblaciones endémicas.
Falta de aplicación de la ley
A pesar de que la Constitución y normas federales tipifican como delito la destrucción de manglares y establecen multas y penas de prisión, en la práctica no se han aplicado sanciones ni ordenado demoliciones.
Suelo pantanoso y huracanes
El sustrato costero de Yucatán es predominantemente pantanoso, poco apto para soportar el peso de construcciones masivas sin geotecnia adecuada.Además, la región es históricamente afectada por huracanes, lo que aumenta el riesgo de colapso estructural y pone en peligro tanto a residentes como a ecosistemas.
Ante el avance de desarrollos inmobiliarios sin planificación, organizaciones como Ejido San Crisanto exigen a autoridades estatales y federales aplicar la legislación ambiental, regular la expansión costera y proteger los manglares como barreras naturales imprescindibles para la conservación del litoral y la seguridad de las comunidades.