Ecosistemas en peligro: Profepa sella dos predios en Chicxulub Puerto por destrucción de manglar
Inspecciones detectaron rellenos y remoción de vegetación; las afectaciones se suman a cientos de hectáreas perdidas en Yucatán y México.

#Yucatán
8 de octubre de 2025
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso la clausura total y temporal de dos predios ubicados en la comisaría de Chicxulub Puerto, municipio de Progreso, tras detectar trabajos de relleno y la eliminación de vegetación de mangle en superficies de 301 metros cuadrados y 136 metros cuadrados, respectivamente. La institución colocó sellos que ordenan el cese inmediato de toda actividad en ambos lotes como medida precautoria para evitar daños mayores a los ecosistemas costeros.
Según los informes de inspección, las irregularidades se constataron durante visitas realizadas el 30 de septiembre, cuando los técnicos observaron que las áreas habían sido rellenadas con material pétreo y que se había removido la cobertura vegetal propia del manglar, sin contar con la autorización ambiental correspondiente por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
La detección y sanción en Chicxulub Puerto se producen en un contexto regional preocupante: autoridades federales han reportado la devastación de miles de metros cuadrados de manglar en la costa de Yucatán, y a nivel nacional se ha alertado sobre la pérdida de un volumen significativo de estas zonas húmedas. En particular, la Semarnat ha señalado la devastación de 23 mil metros cuadrados en terrenos federales de la zona costera estatal, mientras que se ha estimado una reducción de alrededor de 150 mil hectáreas de manglares en todo el país. Estas cifras han llevado a reforzar operativos, sanciones y programas de reforestación en la región.
No es la primera acción de este tipo en la península: en meses previos las instancias federales y estatales detectaron tala, desmonte y asentamientos irregulares en áreas de manglar —por ejemplo, un operativo en el municipio de San Felipe detectó daños en más de 20 hectáreas— lo que evidencia la recurrencia del problema y la presión que enfrentan estos ecosistemas frente a actividades ilegales o no autorizadas.
¿Por qué importa conservar el manglar?
Estos ecosistemas costeros funcionan como barreras naturales frente a tormentas y huracanes, actúan como viveros para peces y otras especies y mantienen procesos ecológicos esenciales para la biodiversidad y la seguridad de las comunidades ribereñas. Su relleno y desecación generan desequilibrios ambientales que afectan tanto a la fauna como a los servicios ecosistémicos de la región, además de constituir, en muchos casos, un delito federal cuando se realizan en terrenos protegidos.
Las autoridades ambientales han señalado que, además de imponer medidas cautelares como las clausuras, es necesario atender denuncias ciudadanas e integrar acciones de restauraci ón y vigilancia técnica para evitar la repetición de estos daños. La combinación de sanciones, programas de reforestación y la intervención de instancias judiciales ha sido la vía empleada en casos recientes para detener y revertir la degradación de humedales y manglares.





