¿Cambia el reloj en Yucatán? Habrá consultas públicas para evaluar el ajuste de horario

El titular de la Agencia de Energía del Estado, Pablo Gambo Miner, informó que la propuesta de un posible cambio de horario en Yucatán será sometida a un proceso amplio de consultas con el sector empresarial, la comunidad académica y la ciudadanía en general. El objetivo, explicó el funcionario, es reunir información técnica y social que permita evaluar con rigor los beneficios y alcances antes de adoptar cualquier decisión.

Gambo Miner destacó que recientemente se celebró un primer foro sobre el tema, un espacio que —dijo— representa un avance porque por primera vez se abre un canal de diálogo público sobre el cambio de horario en la entidad. A partir de este primer encuentro, la Agencia impulsará mesas de trabajo y consultas adicionales para escuchar distintas perspectivas.

Entre los puntos que se evaluarán figuran los efectos en la generación de energía —con la estimación de que podría aumentarse la producción por una hora diaria— y los beneficios potenciales para sectores productivos como el comercio, el turismo y la industria manufacturera. También se analizarán impactos en salud pública, educación y actividades cotidianas para tener una visión integral.

Gambo Miner aclaró que la realización de consultas no implica que el cambio ya esté decidido. La intención es recopilar evidencia y opiniones antes de definir una postura definitiva. En caso de que la propuesta avance, será necesaria la gestión y autorización ante instancias federales, dada la competencia en materia de horarios y redes eléctricas, y se buscará la participación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en los análisis técnicos.

La Agencia de Energía enfatizó que la decisión final será colectiva: contemplará aportes de la ciudadanía, especialistas, organismos empresariales y dependencias federales y estatales. El proceso pretende equilibrar criterios técnicos con el impacto social y económico en todo el estado.

En resumen, Yucatán encara una etapa de consulta y estudio: primero escuchar, luego analizar, y finalmente decidir con el mayor soporte técnico y social posible, siempre que los lineamientos federales lo permitan.