Retos e incertidumbre en elecciones judiciales

Por primera vez en su historia, Tabasco pondrá en manos de la ciudadanía la designación de 72 cargos en el Poder Judicial local. Tras la reforma constitucional aprobada en diciembre de 2024, el próximo 1 de junio de 2025 los tabasqueños acudirán a las urnas en una inédita elección directa de jueces y magistrados.

El Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPCT) coordinará este proceso con el respaldo de 890 trabajadores distribuidos en fases de organización, registro y cómputo, según explicó su secretario ejecutivo, Jorge Zavala Frías.

Boleta sin nombres: números en lugar de rostros

A diferencia de los comicios convencionales, la boleta sin nombres presenta únicamente un número asignado aleatoriamente a cada candidato. Este diseño neutral, elaborado desde cero en conjunto con Talleres Gráficos de México, busca evitar cualquier ventaja visual o mediática.

Campañas digitales y desigualdad informativa

La reforma prohíbe a los aspirantes aparecer en medios tradicionales o contratar propaganda pagada. Sus campañas se limitan a redes sociales personales, foros académicos y encuentros ciudadanos sin estructura formal. Para la abogada Rosaura Onofre, este modelo genera una profunda desigualdad: quienes ya cuentan con reconocimiento previo tendrán ventaja, mientras que perfiles nuevos enfrentarán mayores obstáculos para llegar a los votantes, sobre todo adultos mayores poco familiarizados con plataformas digitales.

Riesgos de la improvisación judicial

El único requisito para postularse es contar con una licenciatura en Derecho, sin exigencias de experiencia o formación especializada. Onofre advierte que esto podría traducirse en jueces sin la capacitación técnica necesaria para resolver casos complejos: “No podemos improvisar la justicia; no estamos eligiendo influencers, sino jueces”, subraya.

Presupuesto al límite y urnas vacías

El proceso judicial extraordinario dispone de un presupuesto inicial de 114 millones de pesos, al que se solicitó una ampliación de 30 millones para cubrir imprevistos en transporte, impresión de boletas y alquiler de casillas. Pese a la magnitud de la elección directa, no existe un umbral mínimo de participación para validarla, lo que, junto con la desinformación, podría derivar en urnas vacías y baja legitimidad.

Jorge Zavala Frías insiste en la necesidad de que el electorado “interiorice” el nuevo formato: “La boleta no tendrá nombres, sino números. Es inédito y requiere que la ciudadanía se prepare para votar con información”.

A menos de dos meses de la jornada, la mayoría de los tabasqueños desconoce la fecha exacta, los cargos en disputa y la identidad de los aspirantes, según un sondeo de Grupo Cantón. La primera elección directa para el Poder Judicial en Tabasco se perfila como un experimento democrático sin precedentes, pero también como un reto mayúsculo de transparencia y participación.