Ante la prohibición de delfinarios: el camino hacia un turismo responsable sin espectáculos de delfines
Con 70 % de los delfines cautivos de México en su territorio, Quintana Roo puede inspirarse en estados y países que ya erradicaron los delfinarios para reforzar el bienestar animal y promover el ecoturismo.

#QuintanaRoo
15 de abril de 2025
La prohibición de delfinarios ha cobrado fuerza en México y el mundo, impulsada por el reclamo del bienestar animaly la demanda de un turismo responsable. En nuestro país, más del 70 % de los delfines cautivos se concentran en Quintana Roo, operados por empresas como The Dolphin Company, Delphinus, Dolphinaris y Vallarta Adventures, lo que convierte a la entidad en epicentro del debate sobre la prohibición de delfinarios y el futuro de los espectáculos de delfines.
Contexto nacional
En abril de 2017, la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe la operación de delfinarios y los espectáculos con cetáceos, permitiendo solo una última generación de crías antes de extinguir gradualmente estas prácticas. A nivel estatal, Colima fue pionero al reformar su legislaci ón para vetar la operación de delfinarios y las terapias con mamíferos marinos, otorgando un plazo de seis meses para reubicar a los ejemplares afectados. Asimismo, la Ciudad de México prohibió en 2017 tanto los shows con delfines como la llamada “delfinoterapia”, al considerarlos carentes de sustento científico y contrarios al bienestar animal.
Ejemplos globalesA nivel internacional, países como Brasil, Luxemburgo, Nicaragua, Noruega y el Reino Unido cuentan con leyes tan estrictas que hacen prácticamente imposible mantener cetáceos en cautiverio. Bélgica se sumó recientemente como séptimo país en promulgar una prohibición permanente de delfinarios, un hito para la protección de los delfines en Europa. Además, naciones como Costa Rica, Chile, India, Bolivia, Grecia y Chipre han prohibido total o parcialmente los espectáculos con mamíferos marinos, privilegiando la conservación y el ecoturismo sobre el entretenimiento en cautiverio.
¿Cómo puede Quintana Roo seguir estos pasos?
Legislar localmente: impulsar reformas al Código Penal y a la Ley de Protección Animal de Quintana Roo para prohibir gradualmente la operación de delfinarios y espectáculos de delfines.
Fortalecer el bienestar animal: exigir la creación de santuarios costeros y programas de rehabilitación en mar abierto, garantizando espacios más amplios y naturales para los delfines que actualmente viven en cautiverio.
Impulsar el ecoturismo: redirigir la oferta turística hacia avistamientos responsables y actividades de conservación marina, con certificaciones de sostenibilidad y guías especializados.
Fomentar la educación ambiental: desarrollar campañas de sensibilización en escuelas y comunidades, para generar conciencia sobre la importancia de la vida silvestre y el respeto a los cetáceos.
La experiencia de estados como Colima y la Ciudad de México, junto con los ejemplos internacionales de Brasil, Reino Unido y Bélgica, demuestran que la prohibición de delfinarios es viable y beneficiosa para el bienestar animal y el turismo responsable. Quintana Roo, con su liderazgo en el sector de parques marinos, tiene la oportunidad de consolidarse como un destino que respeta la vida silvestre y promueve la conservación de los delfines en su hábitat natural.