Óscar Rébora: fenómenos extremos en Quintana Roo como reflejo de una crisis climática global
El titular de la Sema Quintana Roo alerta sobre olas de calor, sargazo, incendios y pérdida de arrecifes mientras insta a acciones inmediatas para cumplir la Agenda 2030.

#QuintanaRoo
4 de junio de 2025
Quintana Roo enfrenta fenómenos extremos como olas de calor, un aumento acelerado del sargazo, incendios forestales y la pérdida de arrecifes de coral, todos consecuencia directa del cambio climático. Estos no son simples incidentes aislados, sino claros indicadores de una crisis global que ya está afectando a nuestra región.
Óscar Rébora Aguilera, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, destacó que los efectos de la crisis climática son de alcance mundial. En su intervención, recordó que en 2015, durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se firmó el Acuerdo de París, con metas y objetivos a cumplir para 2030.
Sin embargo, la realidad es preocupante: solo se prevé cumplir con el 17% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dejando sin atender un alarmante 83%.
Esto refleja que aún estamos tomando conciencia de la magnitud de la crisis en muchos de los países firmantes. Es urgente replicar programas y proyectos efectivos que puedan abordar estos desafíos.
Rébora Aguilera también señaló que la crisis ambiental supera las capacidades de muchos gobiernos y que, por lo tanto, los acuerdos internacionales son esenciales. Todos los actores deben asumir su responsabilidad. En este contexto, hizo un llamado a incrementar la conciencia ambiental y a fomentar el cuidado del medio ambiente entre las juventudes, invitándolas a cambiar sus hábitos diarios, ya que considera que ese cambio constituye el 90% de la solución.
Subrayó que estamos a solo cinco años de cumplir con la agenda 2030, y recordó que en la COP celebrada el año pasado en Azerbaiyán se lograron avances significativos en el Artículo 6, relacionado con la compensación de emisiones.
El funcionario destacó la necesidad de adoptar nuevos mecanismos de compensación de carbono, como los bonos y créditos de carbono, así como el carbono azul, que aprovecha el potencial de los manglares, los cuales capturan cinco veces más carbono que los árboles forestales. Para avanzar en estos mecanismos, es imprescindible contar con la participación de todos los sectores de la sociedad.
Incendios Forestales: Ejemplo Claro de Fenómenos Extremos
En la actualidad, dos incendios forestales activos en el estado han consumido aproximadamente 850 hectáreas, según datos oficiales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Uno de estos incendios, en Puerto Morelos, comenzó el 25 de mayo en el predio La Carretera / La Leona y ha afectado ya 500 hectáreas de vegetación, alcanzando un 50% de avance en su contención. El otro, en Lázaro Cárdenas, se originó el 3 de mayo en el predio La Unión / Copito, arrasando unas 350 hectáreas y alcanzando un 40% de control.
Ambos incendios representan un riesgo ambiental significativo, sobre todo por su proximidad a zonas de selva y fauna silvestre. Las condiciones climáticas adversas, como las altas temperaturas y los vientos fuertes, han dificultado los esfuerzos de contención y extinción. Las autoridades estatales y federales han desplegado brigadistas, personal de Protección Civil, Guardia Nacional, Secretaría de la Defensa Nacional y voluntarios para intentar controlar los siniestros.
Este tipo de eventos es un claro reflejo de cómo el cambio climático está intensificando fenómenos extremos en la región. Al respecto, Rébora Aguilera señaló que los incendios forestales son una consecuencia directa del cambio climático.
En este sentido, destacó la importancia de implementar medidas preventivas y de contención, fortaleciendo los programas de manejo forestal, promoviendo campañas de concientización y coordinando esfuerzos interinstitucionales para reducir la vulnerabilidad ante estos eventos.
Finalmente, hizo un llamado a la población para colaborar en la prevención de incendios, evitando actividades como quemas agrícolas o fogatas en áreas forestales, y seguir las indicaciones de las autoridades para proteger tanto el medio ambiente como la biodiversidad de Quintana Roo.