Campeche se posiciona como destino MICE y apuesta por el Tren Maya para impulsar turismo y comercio
El estado proyecta duplicar su cartera de congresos mientras fortalece la cadena artesanal y aprovecha la conectividad del Tren Maya para atraer eventos y visitantes.

#Campeche
17 de octubre de 2025
Campeche avanza con una estrategia clara para consolidarse como un destino competitivo en el segmento MICE (Meetings, Incentives, Conventions & Exhibitions). Marcelo Vargas Rioja, director de Congresos y Convenciones de la Secretaría de Turismo estatal, explicó en entrevista que la meta es duplicar la cartera de eventos: pasar de 30 congresos en 2025 a 60 en 2026, apoyándose en la infraestructura existente y en una promoción activa en ferias nacionales e internacionales.
El enfoque en MICE responde al alto impacto económico de ese segmento: según Vargas Rioja, los congresistas y convencionistas generan —en promedio— un gasto hasta cuatro veces superior al del turista de ocio, lo que se traduce en una derrama significativa para la región. Campeche ya cuenta con dos centros de convenciones —en San Francisco de Campeche y en Ciudad del Carmen— y una capacidad hotelera de 2,666 habitaciones en la capital. La entidad también ha demostrado su capacidad para recibir grandes eventos: en 2023 albergó el Congreso Mexicano del Petróleo con más de 7,000 asistentes, y en Ciudad del Carmen se celebró el Foro Portuario Industrial con 1,500 participantes en el centro Carmen XXI.
El turismo de reuniones representa entre el 30 y el 40% del flujo turístico total en el estado, mientras que el turismo de ocio concentra el 60–70% restante. El mercado de ocio está compuesto principalmente por visitantes por carretera desde Mérida, seguidos por visitantes europeos —franceses, italianos, alemanes y españoles—. Para 2025 ya están confirmados cinco congresos médicos, y la agenda de prospección incluye ferias nacionales e internacionales para sostener el crecimiento proyectado.
Además del impulso al turismo de negocios, el Gobierno estatal trabaja en profesionalizar la cadena de valor turística en Ciudad del Carmen, con la intención de diversificar la oferta más allá de la industria petrolera y desarrollar atractivos vinculados a la comunidad y la cultura local.
Artesanía y desarrollo comunitario
El Instituto Estatal del Fomento a las Actividades Artesanales de Campeche (Inefaac) ha registrado a 1,450 artesanos en un padrón recientemente creado. Andrea Fleischer, directora administrativa y de finanzas del instituto, detalló que 90% de estas personas son mujeres que dedican entre tres y ocho horas diarias a su oficio, casi todos los días del año. El instituto apunta a tres ejes: comercialización a precio justo, preservación de técnicas y capacitación para mejorar la competitividad.
Los artesanos se organizan en cadenas productivas de cinco a diez personas, principalmente en comunidades rurales. Fleischer puso como ejemplo las cuevas comunitarias en Bécal y Calakmul, donde 35 personas trabajan diariamente en la elaboración de productos de jipi. Una sola pieza artesanal puede beneficiar hasta a 15 familias, y el 70% de las comunidades con valor cultural del estado se dedican a actividades artesanales o al campo, subrayó la funcionaria.
El papel del Tren Maya como detonante
Tanto el sector turístico como el artesanal identifican al Tren Maya como un detonador clave para el desarrollo económico. Vargas Rioja consideró al Tren Maya como “una ventana de oportunidad”: la conectividad permite que congresistas internacionales lleguen por avión a Cancún, realicen un circuito por el Tren Maya y desciendan en Campeche, lo que facilitaría la llegada de eventos y visitantes. Asimismo, las estaciones cercanas a las comunidades han incrementado las visitas y activado circuitos económicos que benefician a emprendimientos locales y comunitarios, indicó la funcionaria del instituto.
Campeche se posiciona así como un destino emergente que combina infraestructura, conectividad y seguridad para competir en el segmento MICE a nivel nacional e internacional, al mismo tiempo que impulsa iniciativas que protegen el patrimonio artesanal y generan ingresos en comunidades rurales.





