El desafío de comerciantes y familias en Ciudad del Carmen

El programa Alimentación Sana en las Escuelas ha abierto un debate en Ciudad del Carmen, donde comerciantes y padres de familia se encuentran en medio de un proceso de transformación en los hábitos alimenticios infantiles. Por un lado, los comerciantes que han trabajado durante años en las inmediaciones de centros educativos se enfrentan a una disminución de hasta un 80 % en sus ventas, mientras que, por otro, muchos padres ven en esta medida una oportunidad para fomentar una mejor nutrición en la niñez.

Lucía Hernández Damián, con 35 años dedicados a la venta de comida frente al Jardín de Niños Ana María Farías Flores, es un claro ejemplo de esta dualidad. Aunque reconoce la importancia de promover una alimentación saludable para evitar problemas como la obesidad, sus ingresos se han visto severamente afectados. El primer día de implementación, sus ventas se redujeron drásticamente, pasando de 2,700 a apenas 700 pesos. Esta situación evidencia el sacrificio que muchos comerciantes deben asumir en el corto plazo para favorecer un cambio en la salud infantil.

Ante la situación, Lucía se muestra dispuesta a adaptarse, modificando su oferta de menú y sumándose a las iniciativas de la escuela. Inspirada incluso en modelos de éxito, como el de la presidenta Claudia Sheinbaum, planea incorporar opciones como tortillas con frijol y queso, buscando equilibrar la tradición culinaria con las exigencias de un menú saludable. Sin embargo, la incertidumbre se cierne en el ambiente, pues algunos padres comentan que la comunicación entre maestros y familiares no es suficiente para orientar las decisiones de compra.

Por otra parte, existen voces entre los padres de familia que apoyan la medida, conscientes de que es un esfuerzo conjunto para mejorar la alimentación infantil. Mujeres como Diana del Carmen Hernández Méndez y Patricia López Mendoza resaltan que, aunque los cambios no serán fáciles de asimilar de inmediato, es fundamental que los hogares se esfuercen en planificar desayunos y otros alimentos nutritivos. Estas madres insisten en que, a la larga, el compromiso y el ejemplo en casa serán la clave para que el programa Alimentación Sana en las Escuelas logre sus objetivos.

En conclusión, la transición hacia una alimentación más saludable en las escuelas de Ciudad del Carmen es un reto que implica sacrificios económicos para los comerciantes, pero también representa una apuesta por el bienestar futuro de la niñez. Mientras se ajustan las ofertas de menú y se refuerzan los hábitos en casa, el diálogo entre padres, maestros y vendedores será crucial para lograr un equilibrio entre la tradición y la salud.