La crisis laboral en Ciudad del Carmen

La crisis laboral en Ciudad del Carmen se agrava por los pagos parciales que Petróleos Mexicanos (Pemex) ha realizado a sus proveedores carmelitas, provocando un impacto directo en los más de miles de trabajadores que dependen de estas empresas. Desde diciembre pasado, solo el 40% de los proveedores locales ha recibido un abono parcial de la deuda millonaria reconocida, mientras el 60% restante vive en completa incertidumbre ante la cercanía del nuevo plazo de pago impuesto por la paraestatal.

Según José Ángel Castillo García, secretario general del Sindicato de la Construcción de la COR, los recursos entregados hasta la fecha “no resuelven la grave situación” de sueldos y liquidaciones pendientes. Empresas afectadas han acumulado cientos de demandas laborales y mercantiles ante el Centro de Conciliación Laboral (CENCOLAB) por los compromisos incumplidos. La falta de liquidez también repercute en subcontratistas y terceros, extendiendo la crisis laboral más allá del sector petrolero.

El dirigente sindical denunció que el silencio de los empresarios responde al miedo a represalias por parte de Pemex, y advirtió que los convenios informales impuestos a los trabajadores —promesas de recontratación sin garantías de pago— han sido una táctica de algunas compañías para eludir sus obligaciones. “Primero eran despidos solo de personal administrativo; ahora ya no se salvan ni los operativos”, alertó Castillo García, señalando que la presión de los empleados para recibir lo que les corresponde es cada vez mayor.

A dos días de vencer el compromiso público de Víctor Rodríguez Padilla, director general de Pemex, para saldar la parcialidad de los servicios, el panorama en Ciudad del Carmen sigue tenso. El turismo —que ofreció un alivio temporal en forma de derrame económico— resultó insuficiente para contrarrestar la falta de pagos de la paraestatal. Mientras tanto, cientos de trabajadores continúan despedidos o en espera de su indemnización, y las empresas, atadas de manos, temen manifestarse abiertamente por la posibilidad de perder contratos futuros.

La opinión generalizada es que, sin una solución pronta de Pemex para cubrir la totalidad de la deuda con sus proveedores carmelitas, la crisis laboral en Ciudad del Carmen no solo persistirá, sino que podría escalar a nuevas repercusiones sociales y económicas. Empresarios, sindicatos y autoridades estatales mantienen la expectativa de que este segundo plazo sea respetado, aunque la desconfianza se ha instalado en el corazón de la comunidad.