Alarma ambiental: Profepa frena tala ilegal de más de 2,600 ha de selva en la Península
Operativos intensivos en Campeche, Yucatán y Quintana Roo revelan la transformación no autorizada de bosques en monocultivos agroindustriales vinculados a la expansión menonita.

#Campeche
1 de julio de 2025
La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) confirmó la remoción clandestina de 2,608.9 hectáreas de selva tropical entre el 28 de mayo y el 14 de junio, distribuidas en Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Tras seis operativos especiales, las autoridades clausuraron siete predios que habían sido explotados sin contar con permisos para el cambio de uso de suelo en terrenos forestales, donde ahora se planeaba instaurar monocultivos agroindustriales.
En Campeche, los esfuerzos de inspección se centraron en los municipios de Calakmul y Hopelchén, donde se localizaron 702 ha de vegetación afectada. Por su parte, en Yucatán —específicamente en el paraje San Diego Buenavista, Tekax— la Profepa documentó el corte, quema y arrastre de arbolado adulto y renuevo, abarcando 606.4 ha. Finalmente, en Quintana Roo, los operativos en José María Morelos y Othón P. Blanco evidenciaron la degradación de 1,300.5 ha de selva, acompañada del aseguramiento de 108.5 m³ de madera en rollo y escuadría.
Además de la madera, los inspectores decomisaron tres torres agrícolas, un implemento de rastra con 36 discos, una cosechadora y tres tractores, herramientas utilizadas para aplanar y preparar el terreno. Según los reportes de la Profepa, todos los predios intervenidos coinciden con zonas de avance de la expansión menonita, grupo poblacional cuya actividad agropecuaria —sin la regulación adecuada— representa un riesgo creciente para los ecosistemas forestales de la península.
La clausura de estos terrenos implica sanciones administrativas y la obligación de restaurar las áreas dañadas, un proceso que podría tardar décadas dada la pérdida de biodiversidad y los suelos fértiles removidos. Autoridades ambientales y comunitarias resaltan la necesidad de fortalecer la vigilancia y promover alternativas sostenibles que eviten la conversión masiva de selvas en campos de cultivo.